De la ignorancia nos equivocamos, de la equivocación aprendemos.

Antes me preocupaba un montón por el que dirán de la gente, medía mis actos y controlaba mis impulsos por miedo a lo que pudiesen decir. Pero más tarde me paré a pensar, ¿enserio voy a vivir siempre así? ¿Preocupándome por el que dirá la gente de mi y comportándome como algo que no soy para agradar a quienes no merecen la pena? ¿ no debería preocuparme más por que estoy viva y desaprovecho la vida de esta forma? Y así es, me da igual lo que pienses de mi, que critiques mi forma de vestir o mi forma de ser, que no te guste que haga el payaso en mitad de la calle o que me divierto de forma distinta a ti, ¿acaso siendo yo te hago mal a ti? Es de egoístas pensar que tu manera de vivir es la correcta porque es tuya, y que mi manera no es la adecuada porque es diferente a ti. ¿Acaso está escrito como vivir? Mientras no moleste ni fastidie a nadie, puedo vivir como quiera, en mi locura o en mi cordura pero a mi estilo, y si no te gusta… pues no mires; no tengo porque ir siempre perfecta para sentirme bien, ni vestir de marca para creerme mejor persona. Tampoco puedo darte la receta de cómo vivir porque… yo tampoco sé, tan sólo estoy improvisando.